EL CAMBIO DE MANO
El domingo 10 de Junio de 1945, el Gobierno dispuso mediante un decreto el cambio de mano en todas las calles y rutas argentinas.
Su fundamento fue la gran cantidad de accidentes automovilísticos, que no estaban de acuerdo con la densidad del parque automotor y cuya causa, se decía, era porque se manejaba por la izquierda. Se abandonó la norma inglesa de manejar por la mano izquierda y adoptar el estilo norteamericano de hacerlo por la derecha, norma generalizada en la mayoría de los países.
Los autos importados de Gran Bretaña poseían el volante a la derecha ya que así se circulaba en Gran Bretaña y los territorios bajo su dominio como Australia, Canadá, India, Indonesia, el Sudeste Asiático y países africanos.
La decisión fue la resultante de una campaña de divulgación iniciada con suficiente anticipación, mediante la difusión gráfica y radial. Grandes anuncios presentados en la vía pública fueron preparando a los habitantes del país. Se cambió la señalización existente en todas las rutas y a fin de evitar accidentes, las velocidades máximas fueron reducidas.
Se distribuyeron obleas con una flecha dirigida hacia la izquierda, para ser colocada en la luneta trasera de autos, camiones y colectivos. Al que venía detrás, le indicaba por donde debía adelantarse. El cambio de circulación obligó a modificar el diseño de los autos, cambiando la pedalera y el volante, de la derecha a la izquierda, y la palanca de cambios se ubicó a la derecha.
El cambio no afectó a los trenes, subterráneos y tranvías. Muchas calles cambiaron el sentido originando inconvenientes. Los cambios fueron impulsados por estudios mundiales destinados a mejorar la seguridad vial. El cambio de mano fue traumático en su comienzo y se realizó en una época de convulsión mundial, la finalización de la Segunda Guerra Mundial, con la secuela de limitaciones, escasez y racionamiento en ese Buenos Aires que se fue.
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