Se puede escribir poesía después de Auschwitz
Yo no sé mucho (RAWLS: EL VELO DE IGNORANCIA), pero he leído repetidas veces que “no se puede escribir poesía después de Auschwitz” (El intelectual superfluo), según Theodor Adorno (Theodor Wiesengrund Adorno: Sobre Literatura). Este pensador era un judío que había sobrevivido a los nazis (Memoria y reconciliación: La Iglesia y las culpas del pasado), no como Walter Benjamin, que murió tratando de salvarse, o que no quiso salvarse como Adorno para no sentir la misma culpa (Feuerhelder: Homenaje a Walter Benjamin).
Adorno se había cambiado el apellido mucho antes de la segunda guerra (La Segunda Guerra Mundial): de nacimiento era judío alemán, pero su madre pertenecía a una elegante burguesía, por lo que prefirió autotitularse “Adorno”, y quizás esto lo salvó del mayor Asesinato de la Historia (Historia del siglo XX - Historia universal contemporánea).
Fue un filósofo espléndido y un interpretador de su tiempo -según los que saben más que yo (El siglo XX y la producción armamentista mundial)-, y es más, se arrepintió alguna vez de haber “decidido” que… no era posible seguir escribiendo poesía. Pero su frase menos feliz fue recogida por varias generaciones que decidieron en cierto modo la inutilidad de la poesía y cuyas consecuencias están presentes.
La consecuencia de que ya no se lea poesía parece intrascendente; la consecuencia de que los poetas traten de ocultar sus poemas e intenten novelas y cuentos, ensayos o alguna forma de prosa, también.
Más allá de que el clima de la época influye en el espíritu, en cualquier espíritu humano, se me da por pensar que si la gente estuviera leyendo la tan inútil poesía estaría más calma; que si la gente aunque fuera tratara de competir por ser el mejor poeta, dejaría de competir por ser el mejor armado para la guerra. Es decir, las flaquezas de la especie se resolverían de un modo más humano.
En realidad, no sé qué contestarle a Adorno, ¿cómo justifico mi sí se debe?
Pero sucede que el gran Theodor Adorno tampoco justificó su no se debe o no se puede, ya no me acuerdo pero es casi lo mismo.
Y hay otra justificación que, confieso, me pone tan orgullosa como un pavo real: ustedes, todos, los que participan de este blog, escriben poesía. Y son muchos.
La medida del vaso de plata
¿Pero qué es un poeta?
Los poetas son lo que queda de un hombre
o un poeta es nada, un paquete envuelto en papel de diario
que resplandece bajo la luna
con las reliquias de su crimen,
alguien que viaja solitario por los escombros
y alguien que se atreve a callar en medio de su canto
hechizado por la serpiente de la forma
o por la selva del caos:
alguien sin nadie, pero sobre todo
un alborotador, un vociferador de novedades
donde la novedad es la palabra
y donde la descubre en cada hueco,
cada mañana en cada hueco,
cada mañana primorosamente;
un poeta es alguien que abrió la heladera al levantarse
para controlar que no lo hubieran robado su ración,
que se lavó las manos con cuidado
después de aplicarle pesticida al jazmín del balcón,
miró al gato
y también se maquilló ante el espejo,
el espejo que para los poetas guarda tantos milagros
esta vez, y como casi siempre, sirvió de espejo personal.
Es que se ignora
que los poetas no tienen un alma para todos los días
como un paraguas hecho de mariposas
desplegable en cualquier ocasión;
a menudo sucede
que la más catastrófica belleza
de la fábula del mundo
transcurre ante sus ojos ciegos de ciego
y que los poetas suelen amar por encima de todo encanto o razón
es el eco muy propio de su voz,
su propia voz,
doliente.
Pero cuando alguno levante el campamento,
arme su carpa, su fuego y el sol de noche
para todas las noches de cada uno
cuando, además de vagar como el viento del norte
en procura de una mesa desocupada en un café
para transmitir a otro poeta su señal de destino
busque
aquella luz que tiene corazón, que está tramada abajo del vocablo,
y encuentre,
cuando alguno sacuda las viejas sábanas de innumerable insomnio del planeta
que diga
con sencillez, de nuevo,
amor o claridad o deseo
o temor de la muerte.
Envío
Gracias a todos, y gracias, muchas gracias José…
Mora
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Comentarios
17 respuestas a “Se puede escribir poesía después de Auschwitz”Deje su comentario
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8 de Septiembre de 2011 a las 2:36 pm
Fatiga tratar de interpretar el diálogo del agua con las piedras. Seguramente tienen ideas muy propias, de hondos pasados y futuros seguros, pero sus mensajes son “de pasada”, como decíamos antes cuando alguien en una procesión del Nazareno de San Pablo o una protesta contra el gobierno o una marcha de ese mismo gobierno, nos decía algo y seguía su camino. En ese momento era difícil entender qué nos dijo la amada, rodeada de su familia, en plena y maravillosa procesión: quizás fue un “te quiero” bendecido, o un “hoy no” o quizás, “cuando termine la procesión”. O lo que nos dijo el compañero en su precipitada carrera, quizás una denuncia, un “sígueme que estamos rodeados” o un optimista “ahora si los jodimos”. O quizás, ante la sorpresa de encontrar al amigo con pancartas del gobierno, parece que nos dijo algo como “tuve que hacerlo” o “no se lo cuentes a Alejandra” o “jódete cabrón”. No se está seguro porque todo transcurre, uno es el estático, que se sorprende porque se da cuenta que le están diciendo algo y empieza a entender cuando ya quienes hablan están terminando de decir. Así pasa con el agua y las piedras.
El agua murmura sobre la piedra y día a día, siglo a siglo, la va redondeando, sobando con amor, preparando, para hacerle revelaciones cada vez más trascendentales, irrepetibles. Como sabe que la piedra piensa piedra, con lentitud secular, prepara cada sílaba en corrientes que se miden en kilómetros o meses o quizás años, y las va soltando una a una, hilvanándolas, conectándolas, para llegar al sentido final que quizás conoce de siempre pero lo mantiene guardado como el más preciado tesoro en la inexpugnable caja fuerte de los arcanos. A veces las piedras, sobre todo las menores, se conmocionan con las revelaciones y chocan entre ellas, tratando de compartir o quizás de recuperar su calma piedra deshaciéndose del conocimiento adquirido, sin saber que ya no es posible. No será en el estallido de un choque de piedras de río donde se pueda transmitir que hace más de 2000 años crucificaron a un justo por amar a los hombres y después olvidarse de ello. Pero si son piedras de cavernas, pedernales, el estallido podría hacer algún fuego de esos que jamás se extinguen. Alimentados por los cuerpos inocentes de las inquisiciones, de antes, de Auschiwitz y después de Auschwitz, cuerpos tizones, ilusiones, esperanzas en el humo que se pierde hasta confundirse con las nubes de tormentas, para regar las más dulces flores, los más recios árboles. Y entonces surge como cosa natural la poesía después de tanto horror, inocente poesía de bella música, que no imagina haber sido alimentada por las llamas del espanto, del grado sumo de la bestialidad a que alcanza el hombre.
No sé si después o en pleno auge de Auschwitz, Messiaen, prisionero de guerra, compuso su «Quatuor pour la fin du temps» para los cuatro instrumentos disponibles en la carcel: piano, violín, violonchelo y clarinete. La obra fue estrenada por Messiaen y sus amigos prisioneros ante una audiencia de prisioneros y vigilantes: florecieron las piedras y los corazones de los más crueles quizás recordaron el olor del pan recién horneado; después de Auscwitz, Górecki escribe su tercera sinfonía conocida como “Sinfonía de las lamentaciones”; el segundo movimiento, lento y largo, tranquilísimo, contiene palabras escritas en el muro de una prisión de la Gestapo en Zakopane. En ellas, su autora la niña Helena Blazusiak pide la intercesión de la Virgen María, oración que también ascendió a los cielos hecha humo y cada una de sus partículas fueron regadas en el mundo entero, en un intento fallido de hacernos mejores. Tenían, las cenizas, que habernos cubierto a todos y a todo para que despertara un poco de amor. Su poesía/oración dice así (la incluida por Gorecky en su tercera sinfonía)
“No, Madre, Madre no llores
Madre no llores
La más casta, Reina de los Cielos
Protégeme siempre
Madre, Madre, Madre Protégeme siempre
Ave Maria”
Por eso busco el río y cuando entro en él no trato de entender su transcurrir, sino percibir el roce, masaje cariñoso, abrazo afectuoso, que ejerce sobre nosotros. Tendemos a dejarnos llevar para buscar uno de los sueños, de los miles que surcan, que tenga algún significado gratificador, aun a sabiendas que no lo hay, que no lo tiene, pero seguimos esperando que se revele como arcoíris, o cascada o como un pez de plata que casi nos roza, que revolotea dibujando signos incomprensibles a los cuales, de todas maneras, nos aferramos porque son poesía que debemos interpretar.
Y copio a la madre silesiana que busca a su hijo muerto en la guerra (Canto incluido en el tercer movimiento de la misma sinfonía No. 3 de Gorecky) la última estrofa:
“Y ustedes, pequeñas flores de Dios
florezcan por todas partes
para que mi hijo
pueda dormir felizmente.”
En mi río, que me llevará inexorablemente al final de mis breves días, antes hundía mi mano en la arena y la sacaba a puñados, para moverla, para obligarla a cambiar su secular vida y empezar, otra vez. Era ese mi río: el que entendía de rumores suaves. Ya a mis años empiezo a oír los rápidos y los saltos de agua, como latidos de un corazón asustado, pero entregado a su destino de llegar y ahora percibo que cada vez la arena es más escasa . Poco a poco desaparece, mientras pierdo dónde o qué asir. Quizás una pequeña piedra que lanzo bien lejos, hacia adelante, para que me preceda y para tratar, otra vez, de encontrarla en el lecho común, río vida y río muerte, lo que de antemano sé que es casi imposible. Pero existe un parte en un millón de que la encuentre. Ya me sé sus contornos: en ese brevísimo instante del primer encuentro aprendí todas sus curvas e imperfecciones. Fue un momento bello, lleno de ternuras y caricias aterciopeladas por fricciones sobre fricciones. Aun cuando no la encuentre nunca más, ya es también mía, sin importar la voluntad del río, que la cuenta entre sus pertenencias.
Así he dejado piedra tras piedra en mi curso. Cada una, con sus tiempos de piedra, terminará de oír las urgencias del agua. Es muy fatigoso seguirles la conversación. Los seres humanos carecemos de paciencia. Después de todo, a lo sumo, unos pocos serán centenarios. No podemos dedicar toda una vida para entender las escasas palabras que dirá el río. Para él, el tiempo es una metáfora sideral. Pero con los años empecé a creer que también el agua y las piedras me están diciendo algo, en otro código, más simple, más breve, tanto que no estoy seguro de entenderlo. Es como después de Auschwitz pedir que las florecillas hagan un manto para que los justos descansen en paz y es un deseo infinito que me inviten a acompañarlos, pero una gran temor que no lo hagan y quedar circulando en el río de la nada.
Creo haber reconocido algunas de las piedras que he ido lanzando siguiendo su contorno con mis pies, pero después, al tratar de recuperarlas, las he perdido. En el lecho he ido haciendo un collar de vida con superficies pulimentadas y grietas, que podría describir mi trayectoria en toda su longitud, mas es lo que menos deseo. Es agradable narrar las redondeces, la tersura de los cantos rodados, pero no puedo saltarme las grietas. Tendría que narrarlas también y no creo tener fuerza para tanto.
8 de Septiembre de 2011 a las 3:39 pm
Hola Mora, la mejor respuesta a la “sentencia” d Adorno, está dada x un verdadero sobreviviente d Auschwitz, el italiano Primo Levi.
hé aqí su poesía escrita en 1947 como introducción a su libro “Si ésto es un hombre”; y a continuación un link a youtube sobre el mismo tema.
Si esto es un hombre
Los que vivís seguros
En vuestras casas caldeadas
Los que os encontráis, al volver por la tarde,
La comida caliente y los rostros amigos:
Considerad si es un hombre
Quien trabaja en el fango
Quien no conoce la paz
Quien lucha por la mitad de un panecillo
Quien muere por un sí o por un no.
Considerad si es una mujer
Quien no tiene cabellos ni nombre
Ni fuerzas para recordarlo
Vacía la mirada y frío el regazo
Como una rana invernal
Pensad que esto ha sucedido:
Os encomiendo estas palabras.
Grabadlas en vuestros corazones
Al estar en casa, al ir por la calle,
Al acostaros, al levantaros;
Repetídselas a vuestros hijos.
O que vuestra casa se derrumbe,
La enfermedad os imposibilite,
Vuestros descendientes os vuelvan el rostro.
http://www.youtube.com/watch?v=72k_KpC_QyA
luego si no t molesta postearé un poema d Bialik escrito en ocasión de uno d los pogroms d Kuiyinev en 1903, donde demuestra cómo se puede escribir luego d una tragedia inconmensurable, pero tengo q ajustar la traducción ya q el libro bilingüe q tenía lo presté, y como es lógico, nunca mas lo recuperé, para colmo es casi inexistente la edición en castellano d dicho poema.
8 de Septiembre de 2011 a las 6:57 pm
Poema d Jaím Najman Bialik, el poeta nacional judío. luego d presenciar los desastres d un pogrom organizado x los acólitos zaristas para tratar d dar a la población “los culpables” d las penurias q sufrían, y puedan “desahogarse” las masas embrutecidas, recordemos q los pogroms en europa siempre “coincidieron” con los períodos d volatilidad política, donde las cabezas d los reyes y los nobles pendía d un hilo frente a la ira popular.
בְּעִיר הַהֲרֵגָ
en la ciudad de la matanza (b’ir ha aregá)
Ven hombre, a la ciudad donde se consumó la matanza,
y entre el montón d ruinas y escombros, avanza];
mira con tus ojos, palpa con tus manos
sobre la cal del muro,sobre el árbol, la piedra,
coágulos d sangre, d sangre espesa y negra
y restos d cerebros y d miembros humanos.
Avanza entre hornos rotos y paredes deshechas
q como heridad muestran profundísimas brechas.
te parecerán como bocas abiertas d llagas malignas,
incapaces d curación, y sin alivio alguno.
Tus piés se hundirán entre revoltijos d plumas y d deshechos,
entre montes d cascotes, entre fragmentos d libros y pergaminos…
¡Todas ruinas d un ímprobo trabajo;
el fin ultrajante d una dura labor!
Pero no te detengas. Avanza, sigue adelante
y verás las acacias d flores blancas y fragantes
solo q tantas plumas se han pegado a la flor,
y el olor a sangre se ha mezclado a su propio olor.
diríase un incienso extraño su fragancia
q al llegarte parece como si alguien escancia
en el cáliz d tu alma, el supremo placer
d una primavera en pleno florecer.
Y gozas, aunqe es grande tu dolor y tu ira,
y con mil flechas d oro desgarra el sol tu entraña,
y cada pedacito d vidrio q t mira
refulgente d sol, parece q se ensaña
en tu cruel padecer, xq ha donado Dios
a la matriz terrestre, en vez d un hijo, dos
El sol brilló, la acacia floreció, y el asesino asesinó.
una matanza y una primavera.
Pero no t detengas, tu marcha acelera,
y llegarás al patio d una casa q tiene un tocón
y sobre éste tocón fueron degollados un judío y su perro.
Una misma cuchilla los acabó, y al mismo pozo fueron tirados,
donde, confundidas sus sangre, sirven d alimento a los cerdos.
Ya mañana la lluvia hará una buena limpieza
y la sangre ya no clamará en medio d la podredumbre y la basura,
pués desaparecerá en un bajío o nutrirá las raíces d los cardos,
y todo será como si no hubiera sido, y todo seguirá como antes.
Trepa hasta las sombrías terrazas, allí verás dónde mora
y se oculta el pavor terrible d la muerte,
y a través d todos los agujeros y resqicios tenebrosos
verás unos ojos, unas pupilas q silenciosamente t observan;
son los espíritus d los mártires, almas en pena, desoladas,
q se han retirado mudas, en un rincón bajo la buhardilla del tejado.
Allí las alcanzó el hacha homicida y allí han vuelto
y han vuelto a comtemplar, x vez postrera
toda la tristeza d su maldita vida.
Allí se cobijaron, temblorosas, azoradas,
y todas ellas, desde su escondrijo claman:
¿Por qé?
¿Como hará Dios, en la tierra, para soportar tal silencio?
Si miras al cielo verás las vigas silenciosas,
destilando mudas sus sombras sobre tí;
y si interrogas a las arañas, testigos vivientes, t informarán los hechos,
acerca d unas entrañas reventadas y luego rellenadas con plumas,
acerca d unos clavos q se hundieron en unas narices,
acerca del mazo q no se cansaba d machacar cráneos,
acerca d los hombres q fueron degollados y colgados d un poste,
acerca del bebé dormido succionando el pecho helado d su madre,
acerca del niño q al ser rematado no alcanzó a decir; ¡mamá!
Hé aqí sus perpetuas miradas reclamando la venganza d mi pueblo.
Otras infamias como éstas t contarán las serenas arañas,
horrores q dan escalofríos en lo profundo del alma, q la dejan inerte,
herida d una muerte absoluta y perpetua…
y te acongojarás y reprimirás todo suspiro en tu garganta,
ocúltalo en las honduras d tu corazón antes q se exhale;
¡Sál d allí!, xq la tierra indiferente sigue su curso,
y el sol, como siempre, inunda la tierra con sus rayos.
Pero vuelve a las tinieblas, a los profundos sótanos
d las casas donde fueron violadas por bestias inmundas
las mujeres puras e inmaculadas,
hijas, madres y abuelas d tu pueblo
A cada una la han pasado siete, la hija ante los ojos d la madre,
antes, durante y después del degüello…
¡Vén! ¡palpa en las almohadas rastros rojos.
Vén, mira las señales en la horrible yacija
donde se cometido el ultraje,
donde se ha revolcado la bestia gimiente
llevando aún el hacha chorreando d sangre caliente.
¿Y ves hijo del hombre aqél rincón oscuro?…
Allí,detrás d la barrica, apretándose al muro, petrificados
se hallaban los padres y hermanos,los novios y maridos.
Se hallaban junto al lugar d la infamia,
oían el estertor d los mártires cuerpos
bajo los miembros d seres mitad hombres y mitad cerdo;
veían a sus mujeres estremecerse, ahogándose d asco y dolor,
y ellos seguían inmóviles mirando tal suplicio,
¡no se hundían los ojos!, ¡no perdían el juicio!;
tal vez oraban, medrosos “Señor, q yo no muera.
Señor, hazme un milagro, libérame d las fieras”.
Si una d ésas mujeres salía con vida d allí,
destrozada x siempre, x siempre envilecida,
veía salir a su esposo del escondrijo y correr hacia el templo,
a fin d agradecer el milagro Divino y preguntarle al rabino
“Si regreso ahora a mi esposa impura,
¿cometo algún pecado contra Dios?”.
Vén, q t llevaré x sitios asqerosos,
x zahurdas, x retretes…en éstos hediondos pozos
fueron a refugiarse los claros descendientes
d aqellos macabeos d sagrada simiente.
Cobardes, apiñábanse hombre a hombre,
y entre barro y estiércol ensalzaron mi nombre.
Después d huir cual ratas, se mantuvieron ocultos
como chinches, y luego como perros murieron.
Y cuando amaneció, con sus cuerpos sepultos
en gran suciedad, entregaron sus tristes hijos.
¿Lloras y t avergüenzas?¡No! Haz rechinar los dientes,
y ahoga tu dolor aunqe revientes.
Al pié d la ciudad encuéntrase una huerta,
y a su lado el establo q hizo d matadero.
donde ahora, el ejército voraz y carnicero
d cuervos y murciélagos yace sobre la muerta
entaña d sus víctimas. Ebrios d sangre,ahítos,
se han tendido, colmados x fin sus apetitos.
Dispersas x el suelo se ven ruedas partidas,
y en sus cercos d hierro, vísceras adheridas.
Cual dedos asesinos crispándose violentos
diríanse los ejes. ¡Hijo del hombre! Luego
d q decline el sol, entre sanguinolientos
jirones y entre nubes rojas como d fuego,
acércate al establo e introdúcete adentro;
sentirás d inmediato q t sale al encuentro
un abismo d miedo, un espanto infinito…
¡Terror!¡Terror!¡Terror! Alienta en las tinieblas,
repta x los muros, y hasta el silencio puebla.
¡Pon atención! ¿no oyes? Brotó un ahogado grito
detrás d aqella rueda; y mira hacia aqel lado,
se estremece danzando un miembro mutilado…
Y oyen ayes sordos, mil gemidos dolientes,
y estertores d muerte, y rechinar d dientes…
Salen d los resqicios, salen d todas las hendeduras,
qedándose en el aire cuajados, y ésa pena,
esa pena flotante, con fuertes ligaduras
q a ése lugar t encadena.
Hay alguien mas adentro; el hado, el negro hado
q, d tanto sufrir, se arrastra fatigado.
Va errando en las tinieblas, pues reposo no halla,
llorar qiere y no puede; rugir qiere y se calla.
Una Shejiná trágica, una Shejiná ciega,
q agobiada d horrores, enferma d trizteza,
sobre los cuerpos mártires sus dos alas despliega,
y debajo d un ala oculta la cabeza
y en llanto sin palabras, hondamente, se anega.
Acércate a la puerta, y ciérrala sin ruido,
y, humillando tus ojos, qédate en tí sumido;
deja q penetre la pena en las vivientes
raíces d tu ser, y cuando sientas muerta
en tí toda alegría, cuando qede desierta
tu alma para siempre, entonces las vertientes
amargas d la pena brotarán en tu seno.
Sentirás en la boca su maldito veneno,
t oprimirá en el sueño cual monstruosa visión,
y tu irás llevando la pena x el mundo,
guardada en lo profundo,
sin poder darle nombre, ni cauce, ni expresión.
Abandona la ciudad en silenciosa huída,
y furtivo, deslízate dentro del cementerio,
y, en pié, sobre tierra recién removida
d las tumbas d los mártires húndete en su misterio.
Sentirás q tu pecho d sufrimiento estalla;
t agitarán temblores d angustia contenida,
mas tórnate d piedra, ¡hijo del hombre! y calla
aunqe ganas t vengan d gritar tu suplicio,
como buey amarrado marchando al sacrificio.
No llores y no clames, pues eres impotente
como yo,¡Hijo de hombre! Yo soy un rey caído,
yo soy un débil dios escarnecido,
y al mártir d mi pueblo, fruto d mi simiente
no puedo recompensarlo. ¡Soy tan pobre, tan pobre!
He venido a vosotros, muertos q yacéis sobre
la tierra como reses degolladas,
a pedirles perdón. ¡Ay almas sacrificadas!…
Tristes muertos cubiertos d una eterna vergüenza,
¡Perdonen mi miseria! Cuando vengan mañana
a golpear mis puertas, buscando recompensa,
yo les abriré, diciendo, “Vuestra llamada es vana;
si cuando están vivos no soy fuerte,
menos lo soy, entonces, cuando los vence la muerte.
¿Para qé?¿y x qién?¿y x qé ustedes murieron?
Vuestro gran sacrificio ha d qedar desierto.
Mi vieja Shejiná, oculta en las nubes su frente,
y transida d angustia, llora calladamente.
Yo también bajaré a regar con mis llantos
las tumbas donde yacen los huesos d los santos”.
¡Oh, vergüenza y dolor! Dí tú cuál es mayor,
si ésta negra vergüenza, o éste brutal dolor.
Pero no digas nada, sé mi testigo mudo
d q estoy d poder y fuerza desnudo,
d q no tengo nada, solo mi soledad,
mi agobio, tristeza y mi piedad.
Y cuando a ellos vuelva, ¡Hijo de hombre!, lleva
el jugo d mi pena, y q el pueblo la beba.
Al ir dejando atrás la Casa Eterna
t alegrará la vista la hierba fresca y tierna
q crece en los senderos. Pareciera q presagia
temprana primavera, pletórica d magia.
Y es un brotar d muerte, es semilla nacida
d carne d cadáveres. Tu arrancas un puñado,
diciendo: “Así es el pueblo, como un tallo tronchado”
¿Y acaso lo tronchado tiene vida?
Y a los otros retorna, a los q se han librado
d perder la existencia en el asesinato.
Están ahora reunidos en la sinagoga
y su río d lágrimas, al llegarte, te ahoga,
y, al escuchar su grito, su terrible ululato
se t hielan las venas. Es un fiero lamento
q sacude los muros cual desatado viento,
un lamento lanzado x retorcidad bocas
y x gargantas llenas d ansias locas.
Y piensas, d un terror sobrecogido,
q así aúlla un pueblo q se siente perdido.
¡Sí!¡está perdido!. Mira su corazón;
es un árido yermo, una desolación,
cuando brota el mas leve deseo d venganza,
a florecer no alcanza,
y no afluye a los labios maldición.
¿No sienten sus heridas?¿no les afecta el daño?
¿x qé pues, tal engaño?
Se golpean el pecho clamando:”Hemos pecado”
¿pero puede pecar el cacharro qebrado,
o las aplastadas hacinas d gusanos?
¿Qé qieren?¿X qé imploran?
¿X qé agitan las manos?
Qe muestren a mis ojos su vergüenza y su mal,
y q crispen los puños en salvaje anhelo,
q destruyan el cielo y echen abajo mi sitial.
¡Hijo de hombre! mézclate entre los congregados
y oye al jazán q ruge: “¡Ház x los inmolados,
Señor, x los peqeños!¡x los niños d pecho!.
Su voz hace temblar las columnas y el techo,
y t eriza los pelos d la carne, d horror.
Pero no dejaré q t alivies en llanto,
q tu grito se una al aullar d las gentes;
t ahogaré entre los dientes
tus ansias d clamor.
Q los otros profanen su íntimo qebranto,
¡Tú, el dolor t lo callas!. Así perdurará
el duelo no expresado, y tu guardada lágrima
hondo en tu corazón se instalará,
y se irá construyendo poderosas murallas
d amargura, d odio, d rabia y d rencor,
y crecerá cual víbora en su nido,
y se irán uno al otro nutriendo con ardor.
Y cuando la serpiente haya comido
el odio, la venganza, la amargura, el rencor,
rompe tu corazón y la víbora lanza,
rabiosa, al propio seno d tu pueblo,
a q vierta en todos su veneno.
Ahora véte y retorna luego a la sinagoga,
cuando caiga la noche y finalice el duelo.
Ya el coro d los fieles su dolor no desahoga
en lágrimas, y en gritos dirigidos al cielo.
La fatiga los vence, y aunqe dicen los labios
las preces en voz baja, ya ni qedan resabios
en el alma, d fé; ya no alumbra en sus ojos
la luz d la esperanza. No son mas q despojos
como el pábilo humeante d una vela apagada,
como un viejo rocín d fuerza ya acabada.
¿Dónde hallar una dulce leyenda q mitigue
sus dolores; q al alma decrépita prodigue
claridad y alimento?.
Sube el predicador a la tribuna y reza
y su voz balbuceante x el gran desaliento
qiere untar con versículos las llagas supurantes,
mas no hay la fortaleza,
d la voz d Elohim en su apagada voz,
y no prende en las pobres almas agonizantes
ni una chispa d fé. El mozuelo y el viejo
del trágico cortejo
han sido abandonados x la mano d Dios.
Ostentan en la frente la señal d la muerte,
tienen el pecho frío y el corazón ya inerte…
¡Hijo de hombre! ¡calla! No avives sus heridas,
pués todo roce sienten sus carnes doloridas.
Donde pongas el dedo tocarás llaga viva,
y los verás temblar en ansia convulsiva.
Ya ha mordido el dolor las fibras d sus raíces,
y donde no hay roturas, hay anchas cicatrices.
Y no los vituperes, xq están muy caídos,
ni les des tu consuelo, xq ya están perdidos.
Déjalos ir. Se abren las estrellas,
y el coro d disgrega tan sigilosamente
cual ladrones q evitan dejar huellas.
Mira como la gente retorna a su casa;
en los huesos, la herrumbre,
y dentro del corazón, angustia y podredumbre.
Mañana, cuando salgas a las calles
verás abochornado, una gran muchedumbre
d hombres mutilados q, con qejas y ayes,
van golpeando en las puertas, vocingleros,
exhibiendo a los ricos, en agria gritería,
sus tragedias y males, como los buhoneros
hacen al pregonar su mercancía.
Unos muestran la sangre en las abiertas frentes,
otros, sus brazos rotos. Tienden, desfallecientes,
sus manos suplicantes,y en sus ojos
hay algo d los hombres q han vivido d hinojos.
“¡Yo tengo un padre mártir,y una herida inmensa
en mitad d la frente! ¡Dénme la recompensa!”
Se conmueve en los ricos, la entraña bienhechora,
y a los pobres proveen d bolsas y cayados,
diciéndoles: “Ahora váyanse en buenahora”
Y ellos, los pordioseros, se sienten consolados.
¡Corran al cementerio!, ahora, mendicantes,
los huesos d los mártires d allí desenterrad,
y llenen con ellos ésos sacos infamantes
y luego vaguen x las calles, d ciudad en ciudad;
d una feria a otra feria.
Muestren a los pueblos vuestra sucia miseria
y a los pies d los altos y cerrados postigos
d las ajenas casas, canten con rauca voz
canciones donde consten sus tristes sucesos,
donde clamen piedad x el amor d Dios.
Y tal como lo han sido, sigan siendo mendigos;
sigan deambulando con sus bolsas d huesos.
¡Basta ya, hijo d hombre!. Al desierto ahora huye,
llevándote la copa q d congoja bulle,
y desgarra tu alma en mil fragmentos,
y ofrece el corazón a las sedienta boca
d la ira impotente. Y, en la pelada roca
deja correr tus lágrimas, y q tus broncos lamentos
se unan al bramido d los furiosos vientos.
8 de Septiembre de 2011 a las 8:17 pm
Gracias coleccionistas como Benjamín, que nos recrean con obras centenarias pero enriquecedoras. Hoy, en el siglo XXI es necesario retomar la sensibilidad de plasmar el sentimiento en pensamientos escritos al alcance de otros y de disfrutar la compañía de un buen libro de poemas. ¿El estilo? Cual sea. “Por los gustos se venden las telas”, Y es tan importante el verso romántico, sencillo y simple de la tercera edad enamorada, como el verso “atravesado” y “agresivo” -en el buen sentido-, de los jóvenes cuyo pensamiento aún no ha sido limitado. Invito a los lectores a escribir sus pensamientos con ritmo o sin él, con rima o sin ella, pero a dejar plasmada su visión de la vida, de la naturaleza, de la familia, del Amor que es Dios mismo.
8 de Septiembre de 2011 a las 8:19 pm
Ofrezco disculpas a Benjadem, pues le llamé en mi comentario Benjamín.
9 de Septiembre de 2011 a las 2:36 am
Aqí copio un poema d Paul Celán, (un judío rumano q perdió a sus padres en un campo d concentración en ukrania (Mijailovska) cuando su familia migró hacia alemania.
Conocida es su obra “Todesfuge” , “Fuga d la muerte” q es una descripción de auschwitz-birkenau, pero con la cadencia y la estructura d la fuga musical.)
éste poema lo escribió el 21-10-1959, unos 10 años despues d la malhadada frase d Adorno, a raíz d una obsesión q le había agarrado con dicha sentencia, pero no se animó nunca a publicarlo en vida.
Wolfsbohne (simiente d lobo)
… o
Ihr Blüten von Deustchland, o mein
Herz wird
Untrügbarer Kristall, am dem
Das Licht sich prüfet, wenn Deutschland
Hölderlin, “Von Abgrund nämlich…”
… wie an den Häusern der Juden
(zum Andenken des ruiniten Jerusalem’s),
immer etwas unvollendet gelasse werden muss…
Jean-Paul, Das Kampaner Tal
Leg den Riegel vor: Es
sind Rosen im Haus.
Es sind
sieben Rosen im Haus.
Es ist
der Siebenleuchter im Haus.
Unser
Kind
weiss es und schläft.
(Welt, in Michailowka, in
der Ukraine, wo
sie mir Vater und Mutter erschlugen: was
blühte dort, was
blüht dort? Welche
Blume, Mutter
tat dir dort weh
mit ihrem Namen?
Mutter, dir
die du Wolfsbohne sagtest, nicht:
Lupine.
Gestern
kam einer von ihnen und
tötete dich
zum andern Mal in
meinem Gedicht.
Mutter,
Mutter, wessen
Hand hab ich gedrückt,
da ich mit deinen
Worten ging nach
Deutschland?
In Aussig, sagtest du immer, in
Aussig an
der Elbe,
auf der Flucht.
Mutter, es wohnten dort
Mörder.
Mutter, ich habe
Briefe geschrieben.
Mutter, es kam keine Antwort.
Mutter, es kam eine Antwort.
Mutter, ich habe
Briefe geschrieben an -
Mutter, sie schreiben Gedichte.
Mutter, sie schreiben sie nicht,
wär das Gedicht nicht, das
ich geschrieben hab, um
deinetwillen, um
deines
Gottes
willen.
Gelobt, sprachst du, sei
der Ewige und
gepriesen, drei-mal
Amen.
Mutter, sie schweigen.
Mutter, sie dulden es, dass
die Niedertracht mich verleumdet.
Mutter, keiner
fällt den Mördern ins Wort.
Mutter, sie schreiben Gedichte.
O
Mutter, wieviel
fremdester Acker trägts deine
Frucht!
Trägt sie und nährt
die da töten!
Mutter, ich
bin verloren.
Mutter, wir
sind verloren.
Mutter, mein Kind, das
dir ähnlich sieht.)
Leg den Riegel vor: Es
sind Rosen im Haus.
Es sind
sieben Rosen im Haus.
Es ist
der Siebenleuchter im Haus.
Unser
Kind
weiss es und schläft.
(Celan, 1997a, p.45-8)
Simiente de lobo
… oh
Flores de Alemania, oh mi corazón se vuelve
Un cristal que no puede engañar, en el cual
La luz examina, si Alemania
Hölderlin, “Cerca del abismo… ”
… como en las casas de los judíos
(para recordar las ruinas de Jerusalén)
siempre algo debe ser dejado inconcluso…
Jean-Paul, El valle de Campania
Echa el cerrojo: Están
las rosas en casa.
Están
las siete rosas en la casa.
Está
el candelabro de siete brazos en casa.
Nuestro
hijo
lo sabe y duerme.
(Lejos, en Mijailovka, en
Ucrania, donde
ellos asesinaron a mi padre y a mi
madre: ¿qué
florecía allí, qué
florece allí? ¿Cuál
flor, madre,
te hirió allí
con su nombre?
Tú, madre,
que dijiste simiente de lobo, no:
lobuno.
Ayer
uno de ellos vino y
te mató
de nuevo en
mi poema.
Madre,
madre, ¿de quién
era la mano que apreté
cuando con tus
palabras fui a
Alemania?
En Aussig, decías siempre, en
Aussig a orillas
del Elba,
en la huida.
Madre, allí viven
asesinos.
Madre, yo
escribí cartas.
Madre, no tuve respuesta.
Madre, tuve una respuesta.
Madre, yo
escribí cartas a -
Madre, ellos escriben poemas.
Madre, ellos no los escribirían,
si no fuera por el poema que
yo escribí por
tu voluntad, por
voluntad
de tu
Dios.
Loado, decías, sea
el Eterno y
agradecido, tres
veces
Amén.
Madre, ellos callan.
Madre, ellos toleran que
la vileza me calumnie.
Madre, nadie
corta a los asesinos la palabra.
Madre, ellos escriben poemas.
Oh
Madre, ¡qué
suelo más extraño produce tu fruto!
¡Lo produce y alimenta
a los que matan!
Madre, estoy
perdido.
Madre, estamos
perdidos.
Madre, mi hijo, que
se parece a ti.)
Echa el cerrojo: Están
las rosas en casa.
Están
las siete rosas en casa.
Está
el candelabro de siete brazos en casa.
Nuestro
hijo
lo sabe y duerme.
(Celan, 1997b, p.40)
Kultur und Gesellschaft (1949): “Después de Auschwitz, escribir un poema es barbárico, y este hecho corroe incluso el pensamiento que afirma por qué hoy se ha vuelto imposible escribir poesía” (Adorno).
En 1962, trece años más tarde declaró por Radio Bremen: “No quisiera atenuar la frase según la cual, después de Auschwitz, seguir escribiendo lírica es barbárico”. Sin embargo, en el capítulo final de Negative Dialektik (1966), titulado precisamente “Nach Auschwitz”, Adorno volvería sobre su formulación para rectificarla:
Cuando en el campo de concentración los sádicos anunciaban a sus víctimas: “mañana vas a serpentear (schlängeln) hasta el cielo como el humo de esa chimenea”, eran exponentes de la indiferencia por la vida individual a que tiende la historia … Nada puede sacar [al individuo] de ese espanto, como tampoco pudo hacerlo de la alambrada electrificada que rodeaba el campo de concentración. La perpetuación del sufrimiento tiene tanto derecho a expresarse como el torturado a gritar; tal vez por eso haya sido falso decir que, después de Auschwitz, ya no es posible escribir poemas.
Adorno escribió esto después de conocer los poemas de Celan.
Es, tal vez, una reivindicación q no pudo (¿o no qiso?) darle en vida a Celán, donde se reconoce la paternidad del rumano en los versos de “Todesfuge”:
Ein Mann wohnt im Haus der spielt mit den Schlangen der schreibt
er schreibt wenn es dunkelt nach Deutschland dein goldenes Haar Margarete
er schreibt es un tritt vor das Haus und es blitzen die Sterne er pfeift seine Rüden herbei
er pfeift seine Juden hervor läßt schaufeln ein Grab in der Erde
er befiehlt uns spielt auf nun zum Tanz
Ein Mann wohnt im Haus der spielt mit den Schlangen der schreibt
der schreibt wenn es dunkelt nach Deutschland dein goldenes Haar Margarete
dein aschenes Haar Sulamith wir schlaufen ein Grab in den Lüften da liegt man nicht eng
Er ruft spielt süsser den Tod der Tod ist ein Meister aus Deutschland
er ruft streicht dunkler die Geigen dann steigt ihr als Rauch in die Luft
dann habt ihr ein Grab in den Wolken da liegt man nicht eng. (Celan)
————————————————————-
Un hombre vive en la casa juega con las serpientes escribe
escribe al anochecer a Alemania tu cabello de oro Margarita
lo escribe y sale de la casa y relampaguean las estrellas silba a sus perros aquí
silba a sus judíos acá manda cavar una tumba en la tierra
nos ordena ahora toquen música de baile
Un hombre vive en la casa juega con las serpientes escribe
escribe al anochecer a Alemania tu cabello de oro Margarita
tu cabello de ceniza Sulamita cavamos una tumba en el aire allí no hay estrechez
Grita toquen más dulce a la muerte la muerte es un maestro de Alemania
grita tañan más sombríos los violines luego ascenderán como humo en el aire
luego tendrán una tumba en las nubes allí no hay estrechez. (Celan)
((perdón x tanto posteo, pero el tema es inmensamente amplio.))
9 de Septiembre de 2011 a las 4:06 pm
Escribiré con letras de oro
He apartado mi atención de las estrellas,
igualmente de todo astro celeste,
como inspiración a mi canto.
Escribiré con letras que duelen
sobre todo para vos, pueblo, entonces;
Llenaré de caracteres los papeles;
sobre esos perversos,
dizque sin corazón
que hieren las almas y,
matan sin razón
¡esa, que no da la “justicia”!
Que, impoluta, debiera
castigar la indolencia
y resolver la miseria.
Escribiré con letras de oro
a los esclavos de las letras,
a los imberbes; pues, ignoran la maldad
a las odaliscas e hilotas: de pupitres y liceos.
No cesaré mi canto contra la crueldad
Juntaré todos los signos del mundo
Geroglifos y escaners en el mismo espacio
Para mis pobres: pobres
A quienes he de abrir suyos ojos
Obnubilados por el hambre de sanas palabras
¡Vivan hijos del mundo, frutos de la tierra
cuyas voluntades; son la providencia
de la naturaleza infinita!
Mas que carne, son hiervas omnipotentes
ante la audacia de los demagogos,
la crueldad de los tiranos y,
la apatía de los escépticos.
Escribiré a las amazonas y centauros
quienes forjan civilizaciones,
paren y preñan sabiduría y eruditos.
¡Mueran canallas! Todos aquellos
maldito, trogloditas de gobiernos, soeces ellos
flagelando la inocencia, privándola de
conocer vivir, sobre todo, en paz.
Escribiré duros versos para herir sin compasión
a los hacedores de holocaustos humanos
a los dueños de las piras que tanto dolor
han fomentado y, que aun
pretendiendo ser “Arios”;
¡Como Octopus, extienden, de estiércol sus sucias manos!
Os ama
Joise
9 de Septiembre de 2011 a las 4:36 pm
Amigos todos, Mora querida.
“Donde se quema libros, se acaba quemando hombres”. Heine, 1820
-Ultimamente los fusilan o los matan de hambre-
Sigmund Freud, cuyos libros fueron seleccionados para ser destruidos, en la Alemania nazi de1933, dijo, irónicamente a un periodista, que,
“a pesar de lo que pudiera comentarse, semejante hoguera era un avance en la historia humana”
Y continua “En la Edad Media ellos me habrían quemado. Ahora se contentan con quemar mis libros.”
Lo que no descifró Freud con su gesto lúdico fue que; hubiera sido quemado si se hubiera quedado en Alemania.
Ante tales manifestaciones de horror y terror, además o después de Auschwitz, G. Steiner afirma: “esta monstruosidad es innombrable, tales escenas imponen silencio”. Sin embargo, manifiesta, “los intelectuales tiene el deber de transmitir aquellas experiencias que están en el límite de la posibilidad de articularlas, y entonces se sigue creando poesía, teatro, cine, política de investigación”
“Cuando Adorno, después de Auschwitz, señaló que ya no se podría escribir más poesía, había algo de verdadero en su afirmación.” Eduardo Pavlovsky
Esta práctica de destrucción de bibliotecas, libros e informacion, tiene una larga historia y, pertenece a los lamentables capítulos de la censura, el fanatismo, la guerra y/o capricho de entes perversos que indudable y cobardemente no tienen el mas minimo conocimiento del valor de lo escrito.
Pasó en China, quemaron libros y gentes, en el año 212 a. C.; muchos intelectuales que desobedecieron las ordenes de Qin Shi Huang fueron enterrados vivos.
Previamente en 292 fueron quemados los libros de alquimia de la enciclopedia de Alejandría por el emperador Diocleciano.
En el año 367, Atanasio el obispo rebelde de Alejandría, desapareció todo escrito que fuera para la iglesia cristiana inaceptable, salvados, aquellos que él particularmente etiquetó como canónicos. Esto último constituyo el Nuevo Testamento. De esta forma, muchos textos de principios de la era cristiana se perdieron como si estos hubieran sido públicamente quemados.
A comienzos del siglo XVI, los andalusíes –españoles- tenían la obligación de entregar a las autoridades castellanas los libros escritos en árabe, siéndoles devueltos; los que versaran sobre medicina, filosofía o historia, y quemados los demás.
Manuscritos Mayas fueron incinerados por la inquisición en México.
Sabonarola , acabó con libros pergaminos obras de arte.
Italia medieval
El 7 de febrero de 1497 en la plaza de la Señoría en un monumental acto de fe, se quemaron cientos de libros y obras de arte, episodio que pasó a la Historia como La hoguera de las vanidades.
La alemania Nazi
La noche del 10 de mayo de 1933, en Berlín, se quemaron +/- 20.000 publicaciones de filósofos, científicos, poetas, escritores. Perpetrado por el régimen nacionalsocialista. El nombre de los autores pasó a integrar las “listas negras”. Muchos de ellos fueron asesinados, arrestados o enviados al exilio.
Estados Unidos en 1966, se dieran a la tarea de quemar los discos de John Lenon en señal de protesta a la declaración siguiente: “los Beatles son más populares que Jesucristo”.
En Cuba, bajo el régimen castrista en noviembre de 1968, a petición de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, mediante órdenes gubernamentales, la unidad productora Mario Reguera Gómez, del Instituto del Libro, convirtió en pulpa los libros correspondientes a los premios de poesía y teatro del IV Concurso de Literatura de ese año, Fuera del juego, de Heberto Padilla y Los siete contra Tebas, de Antón Arrufat, por estar supuestamente ligados a la propaganda imperialista de Estados Unidos y contrarios a la ideología de la Revolución.
No en balde la propaganda que hace el castrismo sobre sus logros culturales, el 14 de noviembre de 2007 el periódico Juventud Rebelde publicó un artículo titulado Libros al cementerio, lamentando que 16 mil 513 libros de gran importancia histórica, pertenecientes a la antigua biblioteca municipal de San Juan y Martínez, provincia de Pinar del Río, fueran quemados al llenarse de hongos, “a causa del deterioro que sufren dichas instalaciones culturales” -según aclara la información.
Según Tania Díaz Castro, en Cuba -como para cerrar con broche de oro- suelen calentar agua con páginas de libros. Tanto que también es de lamentar y no lo publica la prensa castrista a lo largo de sus casi cincuenta años de vida, la quema de libros que ocurre, sobre todo en los meses de invierno, en las 220 cárceles con que cuenta el régimen. Su población penal -más de cien mil entre hombres y mujeres-, calientan el agua del baño haciendo pequeñas fogatas con los libros de las bibliotecas. [1]
Os ama
Joise
[1] Dias Castro, T. Quema de libros a la cubana, Cubanet.com, 5 de febrero, 2002 http://www.cubanet.org
11 de Septiembre de 2011 a las 2:08 pm
EL principal problema con éste tipo d sentencias maniqeístas q pretenden asumir la verdad absoluta d la humanidad o d la historia, es q no tiene en cuenta q los intereses d los hombres es muy mezqino, y q la moral no es mas q una pose fingida; q la tragedia ajena nunca preocupa si es “lejana”, es decir, lejana en el desconocimiento, en la “ignorancia” del suceso; si es lejana en el “compromiso” emocional, si no “nos involucramos” con el dolor d las víctimas. Los argentinos ya lo hemos comprobado sobradamente con la dictadura genocida del ‘76; todos sabían q había gente q desaparecía en manos d los paramilitares “oficiales” y los “extraoficiales” d la AAA, q se qemaban libros en plena calle tras los “operativos” a la vista d todo el mundo. Pero el 99,9% d la gente decía “x algo será”, “andaría en cosas raras”, “yo argentino!”, “yo ando x la calle todo el día y a mi los militares no me hicieron nada”, en una andanada d autoexculpaciones d la propia cobardía. Una cobardía q al final muchos decidieron asumir como su propia verdad.
Basta con pensar en aqellos q nos rodeaban el 26-12-2004, ¿qé estaban y estábamos haciendo? ¿preparándonos para fin d año?¿preocupados x los regalos?¿jugando al bingo?¿en el casino? ¿preocupados x nuestro trabajo?¿de shopping?¿preocupados xq alguien nos engañó?. Ésa fecha fue la del día del tsunamí q devastó Indonesia dejando un saldo d 230.000 muertos al menos.¡Un cuarto d millón d personas!. Supongo q todos nos hemos abochornado d la tragedia, pero hemos seguido nuestra propia vida igual q antes d conocer la noticia, preocupados x las mismas nimiedades d antes. Lo mismo con los terremotos d Haití o d Chile; qien no está involucrado directamente, o tiene un conocido afectado, realmente no siente la tragedia dentro d sí, le es ajena en mayor o menor grado, pero ajena. Y es debido a ésto q siempre habrá qien pueda hablar d la felicidad y el primer amor tras una enorme tragedia y dedicarle poesías. Y ésto es algo q no se puede evitar, ya q es una autodefensa d la propia humanidad, para poder seguir adelante, para poder seguir viviendo. Como reza el viejo dicho, “el tiempo cura las heridas”, lo q realmente es necesario, sino, nos espera la locura. Es necesaria ésa abstracción, pero hay q tener cuidado d no banalizarla y dejar q nos haga sentir q todo da igual mientras no me toqe a mí.
El mismo maniqeísmo se aplica a la idea d q si todos leyéramos poesías “resolveríamos nuestras diferencias d modo mas humano” recordemos a Paco Urondo, q seguro tuvo la mejor d las intenciones, pero creyó mas en las armas q en la palabra. Es lo mismo q cuando algunos dicen ” si gobernaran las mujeres el mundo sería mejor, pues la mujer tiene el don d ser madre y no permitiría las guerras”, basta pensar en algunas mujeres d la historia para ver cuan lejos d la realidad está ésa “verdad maniqea” (M.Thatcher, Isabelita, Lucrecia Borgia, Catalina la Grande, Catalina d Médici, Maria Tudor, etc, etc) o basta leer algún noticiero donde reportan el hallazgo d un recién nacido abandonado en un basural, desnudo y con temperaturas d cero grado.
Ése tipo d verdades maniqeas sólo pueden tener algún viso d aplicabilidad en sí mismo, en el momento en q se lo dice y cuando se ha vivido en carne propia la tragedia; pero siempre es relativa, las verdades cambian con el tiempo, como nuestra perspectiva d la realidad y x lo tanto no se la puede generalizar.
11 de Septiembre de 2011 a las 5:35 pm
¿Cómo se puede seguir escribiendo poesía si aún existe Auschwitz?
12 de Septiembre de 2011 a las 1:34 am
Yo no vivi esa epoca de catastrofe mundial,vivir una guerra ,se la mire de la forma que sea es situacion barbara,pero he vivido la situacion de calle hoy ,y no es facil predecir el futuro para nuestros hijos y nuestros nietos menos,la poesia nace desde el fondo del alma de cada ser humano,y tanto en la pobreza como en la riqueza,en la nostalgia de una tarde gris o desde la forma intima de cada ser ser se puede escribir un poema ,si tenemos el formato de poesia formado en nuestro corazon,yo no soy poeta,pero me gusta leer y escribir,y participar con oras personas sobre determinados temas que se presten de forma seria y ordenada para comentarios razonables.-
12 de Septiembre de 2011 a las 10:42 am
Sí, se puede, tran sólo lee a este poeta.
AUSCHWITZ (EXCURSIÓN OPTATIVA)
Nunca nada
se sabrá
ni de su cara ni del nombre.
Sólo queda de ella
esa zapatilla de baile
anónima y gastada
con cintas de un raso
ya descolorido
más por el tiempo
que por estéril uso,
detrás de una vitrina
donde atónitos turistas observamos
los puntuales mojones del horror.
Ella llegó hasta aquí
con esperanza
y aún con ánimo
con la inocente ilusión
de sus seis años
de enfundar su diminuto pie
en la zapatilla y atravesar
el aire en un relámpago de fuego.
Seguramente había empezado
en su escuela la lucha
de su mano aún torpe
con los palotes y las rayas
para enderezar la vertical del Uno.
Uno es el montón de trastos
donde su danza yace
donde se estrellaron sus números torcidos
y se volvieron polvo los aplausos a la bailarina.
No hay número ni cifra
que describa el castañeteo de sus dientes
- algunos aún eran de leche -
cuando se entreveraba
el miedo con el frío.
Estoy dentro de un nombre
que no se puede pronunciar.
Un nombre que no nombra
el amontonamiento y el derrumbe
donde a veces asoma un cepillo dental o
un peine algún zapato
la cuerda rota del violín más triste
la bacinica del enfermo
o el bastón del viejo
la cabellera aislada sin el cuero
que no sirvió
para forro de cañones,
un nombre que no nombra
porque todo es nada
sin forma sin volumen
sin sombra sin un ruido siquiera,
sólo trozos rastros restos
de lo que fue y no es
hoy
más que una zapatilla de baile
que una niña
no alcanzara jamás nunca a calzar.
Jorge Arbeleche - Montevideo - Uruguay
del Libro - Canto y Contracanto
13 de Septiembre de 2011 a las 7:44 am
Me topé con tu blog muy interesante! Hola de una persona que siempre ha apreciado.
horoscope 2012
13 de Septiembre de 2011 a las 9:36 pm
Mora.
Por esta reflexion Adorno se podria presentar un Neoplatonico o un epicureo, en el sentido de evitar presentar la poesia reflejando en ella el dolor que siente la parte del mundo indignada y herida
por la barbarie nazista, en tal sentido no se deberia juzgar apatico ni indolente a quien desconcertado por tales hechos, podria haber proferido conceptos sin temer la aprehencion (particular) que otros mas dolidos aun por tales sucesos podrian haber concebido, de tales frases.
Es menester, aceptar sin pasion lo profundo de un analisis para concertar de verdad la razon del mensaje.
Cuando se siente filantropia no es necesario calzar los zapatos de los martires ni de las victimas para sentir el dolor que padecen los mismos. Es de hecho la condolencia lo que hace soportable la indolencia de los avatares y los momentos aciagos que padece una parte considerable del mundo.
Que no se pueda hacer mas de lo que se hace - por muchas razones a veces inexplicables y ajenas a la voluntad del condolente- es complejo de determinar. Sin embargo siempre habra un grano de arena que ha de aportar ese valiente potencial y a la vez impotente; para ayudar a quien padece.
¡Todo es voluntad! Aportar, no importando la cantidad sino la calidad, muchas veces ayuda mas quien no molesta que aquel creyendo hacer lo propio entorpece el desenvolvimiento.
¡Me atrevo a apostar el peso de lo afirmado con el concenso de la historia !
Os ama
Joise
17 de Septiembre de 2011 a las 2:09 pm
Con mucha vergüenza y un miedo asquerozo me atrevo a decir algo que quisiera fuera tan extenso que opaque aquella parte de la historia que no me tocó vivir, con la finalidad de que, con el manto de todas nuestras palabras, versos o lo que sea; evitemos que escenas como esas vuelvan a suceder y da lo mismo que sea Auschwitz o Ruanda, lo que importa es que la sensibilidad humana no se pierda y si la poesía ayuda pues que continúe y se aplique.
“¿Pero qué es un poeta?” Es un ser vivo que llegado el tiempo después de muerto nace para ser denuevo, y ser poeta es un modo de vida.
Y como poeta soy mejor cocinero.
Zutano de tal.
29 de Septiembre de 2011 a las 8:59 am
Que es ser un poeta?
…Mi definicion es corta y clara, un poeta un pensador,da igual son unos VAGOS que no les gustan TRABAJAR y dicen que son del arte, que arte ? el arte que emplean es escudarse detras de unas cuantas palabras para pasarla bien ,no laburar .
Saben cuando se les acaba el arte - cuando nadie les da bola y comienzan a cagarse de hambre.
Yo diria,porque no prueban con un pico o con una pala ? en una de esas les va mejor trabajando de algo y no de poeta - a quien le puede interesar un judio que estubo en Auschwitz , solamente a otro judio que no se hace llamar poeta,pero que como todos los de esa raza son unos vagos atorrantes que viven de la mentira.Trabajar ,NUNCA - siempre , MENTIR .
Despues salen estos articulos, yo un laburador mas,que pago mis impuesto como puedo,un dia me pongo a leer algo y me encuentro con un monton de ALIAS, de personas que sus nombres no se si son reales, y son tan eruditos para escribir que mi limitada enseñanza no alcanza para entenderlos, sera que yo soy un tremendo BURRO o los que escriben, solo les interesa que el lector se sienta inferior ante la majestuosa escritura intendible para cualquier nornal - o sera que les tomo es berretin, de ser por un instante un gran pensador o poeta o de repente les salio de adentro el gran VAGO que son.
Voy a cortar la escritura por dos razones,la primera ,tengo que ir a trabajar , la segunda no quiero que se me salga la cadena,con todos estos ilustres poetas o vagos.
7 de Octubre de 2011 a las 1:16 pm
Vamos Eric tienes derecho a decir lo que se te cante de los poetas pero no escribas macanas como
“pero que como todos los de esa raza son unos vagos atorrantes que viven de la mentira.Trabajar ,NUNCA - siempre , MENTIR .” Date una vuelta por Israel y veras que la gente labura y por supuesto hay algunos que no como en todos lados, y conozco gente que hace poesia mientras va en el colectivo ganarse los garbanzos y no me metas la cuestion de los palestinos en el medio porque eso es harina de otro costal. Ser poeta o tener alma de poeta no significa agarrapatarse en el cuerpo del que suda laburando.