Archivo de Marzo, 2009
TIPS PARA COMPRAR VINO
Hoy en día comprar un vino no es tarea fácil, sí además tenemos en cuenta que la oferta es variada y amplia. Tratemos de facilitar la compra y reducir al máximo la posibilidad de que los vinos no estén en mal estado.
Aquí les dejo algunas sugerencias a tener en cuenta y recuerden el mejor vino no es el más caro si no el que más que gusta.
- Comprar en puntos de venta especializados (supermercados o vinotecas) así nos aseguraremos la rotación del producto. De no ser así observe con atención el estado de las botellas.
- No aceptes botellas que salen de la vidriera, pueden estar afectadas a luz y calor de la misma, por lo tanto el producto no estaría en buenas condiciones.
- Tomarse el tiempo necesario para elegir el vino que deseamos adquirir, recorramos con tranquilidad los productos que están expuestos.
- Escoger las botellas que están por detrás de la hilera de exposición, estarán menos afectadas por la luz y el manoseo de la gente.
- Es importante que el lugar este acondicionado, para conservar bien el producto: luz, temperatura, vibraciones forma de estiba, olores.
- Eliminar prejuicios: no encasillarse con una sola variedad o marca, para conocer de vinos es necesario degustar distintas bodegas, productos y comparar.
- Una vez que logramos adquirir el vino elegido, tratarlo como si fuese una joya, de no ser así sufriremos las consecuencias.
CUISINE&VINS, PREPARATE PARA MAYO
Vinos para guardar: datos a tener en cuenta
Cuando decidimos guardar un vino debemos tener en cuenta algunos factores, no será una decisión fácil. Entender porque se guarda o añeja, es necesario para descubrir las diferencias entre un vino joven y un vino maduro. Los vinos nuevos son frescos, atractivos, pero el tiempo hace su trabajo, y ahí es donde se encuentran las diferencias, las sutilezas, por lo tanto el producto ha ganado complejidad.
El vino se ha convertido en un arte: tanto a la hora de elegirlo como a la hora de beberlo. Por consiguiente la guarda es el placer personal que experimentan, cuando pueden, la mayoría de los buenos amantes del vino.
¿Por qué lo conservaremos? Es la gran pregunta:
Muchas veces puede ocurrir que a ese vino le falte botella, este verde o crudo, pero como nos daremos cuenta: pues serán caldos de una marcada acidez o habrá aroma y sabor a levadura, esto no significa que el vino tenga un defecto, simplemente está relacionado con un producto que es joven.
Años atrás existía un concepto que decía: “mientras mas viejo el vino mejor”, pero se relacionaba a un momento vitivinícola distinto. Había que esperar la evolución en botella de los vinos nuevos, para poder disfrutarlos y que fuesen agradables. Hoy se aplican distintas técnicas de vinificación, por esta y otras cuestiones es que los son más frutados y menos oxidados.
Otro de las razones para guardar un vino está ligado a los personas que los compran para guardarlos como inversión, no olviden que estas bebidas con los cambios de cosecha se revalorizan. Pero la balanza siempre se equilibra y allí están los amantes aficionados, ellos son quienes adquieren vinos por el placer de coleccionar.
Personalmente he decidido hace algunos años, que cuando un vino está en su punto ideal, lo bebo. Me ha ocurrido (con productos destinados a la guarda) que me he olvidado y cuando decido tomarlo ya no esta en su mejor momento.
Por último están los conocedores experimentados, a los que les apasiona ver como evoluciona un vino, los cambios que se producen y como se complejizan con el tiempo.
Les propongo un juego, compren una o dos cajas de un mismo vino (marca, año y tipo de vino) y abriendo botellas a través del tiempo, para observar el comportamiento y evolución del producto. De esta manera podrán identificar cuando será el momento justo del caldo. Sé que no es tarea fácil la propuesta, son años de aprendizaje y de beber algunas botellas.
Por tal razón, detallare algunos puntos a tener en cuenta en el momento de adquirir nuestro vino ideal para la guarda:
Es interesante saber que la variedad o el color del vino elegido puedan guardarse. Los tintos, tienen una buena vida, siempre que logren una concentración tánica interesante y que el proceso de vinificación sea el acertado, cepas como el Cabernet Sauvignon, Malbec, Merlot o Tannat, son ideales para armar la bodega familiar.
Con los vinos blancos la vida es más corta, salvo algunas cepas que tienen una estructura distinta, como el Semillón o el Chardonnay (entre otras), o han sido fermentada o criadas en barricas de roble, puede perdurar por más tiempo e incluso evolucionar bien en botella. Recuerden que los vinos blancos se beben en el año de su cosecha y si han sido en barricados pueden soportar un par años más.
Un principiante conocedor en vinos deberá tener en cuenta la calidad de la materia prima, sobre todo prestar atención a los trabajos que se realizan en la bodega y en el viñedo; la poda, el raleo, sistemas riego y de conducción, son tareas primordiales para obtener un vino de calidad. Existen factores naturales y humanos que ayudan a lograr un vino de alta concentración tánica, estructurados y así obtener un buen potencial de guarda.
Al considerar todos estos factores se logrará expresar en ese vino el alma o el terruño del mismo.
La calidad de la cosecha es otro punto a considerar, dura tarea, pero no tan complicada. Con solo buscar en alguna revista especializada o por internet, podrán saber cuales son las buenas añadas y las zonas vitivinícolas que se vieron favorecidas. La clave serán los bajos rendimientos por hectáreas, escases de lluvia, así se concentrarán los colores, aromas y sabores.
El último dato es abrir los ojos al proceso de vinificación, hay vinos que se elaboran para ser guardados y otros no. A esos vinos guardados además se los añeja en barricas de roble, quien le aportará a nuestra bebida características particulares para soportar años en botella.
Es importante que recuerden todas estas sugerencias y tener en cuenta algo más: deberán encontrar el lugar especial en sus hogares para guardar los vinos, pero esto es tema para otro encuentro.